No me gusta dar vuelta a la izquierda, me aleja de la ciudad. Pero aunque diera vuelta a la derecha llegaría al mismo punto: el centro. Y qué más da; si llego al centro de izquierda o derecha, lo dificil es poder dar vuelta a la izquierda o derecha y salir. Y aunque pudiera salir....lo haría hacia arriba...y las luces pequeñitas desde Orión me ponen triste, ver de la ciudad sólo luces pequeñitas me pone triste.
Entonces cuál es el puto problema: ¿no querer llegar a casa para no contestar con berridos y gritos y palabras incomprensibles a la pregunta de ¿Cómo te fue?, porque entonces tendría que sentarme y soltar todo lo que en la semana he tragando? o ¿tener que soportar risitas desternillantes? o ¿no poder empedarme chido porque las partículas del aire estaban tan separadas que podía verlas y atravezarlas? o ¿decidir ir al barrio chino para festejar el año nuevo del cerdo....y llegar cuado hay unicamente basura y gente recogiendo y pantallas rojas de esas que hipnotizan? o ¿decidir manejar hasta Cuernavaca a la una de la mañana por la libre, con una semipeda, y un ligero toque regañón de monasterio que me llevó hacia la ventanilla izquierda del auto para ver como me alejaba de la ciudad y me sentía cada kilómetro mejor pero triste? o ¿estar sentada en una silla en calidad de cadaver y pensar que esto aún no acaba y que podría ponerse peor por la cobardía de personas (cobardes) que no bajan de cobardes a los demás cuando el más cobarde es el cobarde?
Maldición, me hace tanta falta ver gente desconocida, ir a un pueblito o ir a la selva de Chiapas y desaparecer por un largo tiempo.....si no fuera por esto que aún no acaba ya lo hubiera hecho y nadie sabría de mi y mi tristeza por las luces pequeñitas de la ciudad cuando la veo de lejos y de lo alto.
¿Por qué no existe un juego posmoderno-iconoclasta-arriesgado-metareferencial para tolerar a las personas? o ¿Cómo deconstruir toda una semana hasta llegar a la esencia por medio de miradas, hechos, puñados de gestos y aún así, dejar ventanas abiertas para seguir pensando unos cuantos días más?
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La foto es de esta chica con los ojos muy ayer.
Bosque de Tlalpan.
Entonces cuál es el puto problema: ¿no querer llegar a casa para no contestar con berridos y gritos y palabras incomprensibles a la pregunta de ¿Cómo te fue?, porque entonces tendría que sentarme y soltar todo lo que en la semana he tragando? o ¿tener que soportar risitas desternillantes? o ¿no poder empedarme chido porque las partículas del aire estaban tan separadas que podía verlas y atravezarlas? o ¿decidir ir al barrio chino para festejar el año nuevo del cerdo....y llegar cuado hay unicamente basura y gente recogiendo y pantallas rojas de esas que hipnotizan? o ¿decidir manejar hasta Cuernavaca a la una de la mañana por la libre, con una semipeda, y un ligero toque regañón de monasterio que me llevó hacia la ventanilla izquierda del auto para ver como me alejaba de la ciudad y me sentía cada kilómetro mejor pero triste? o ¿estar sentada en una silla en calidad de cadaver y pensar que esto aún no acaba y que podría ponerse peor por la cobardía de personas (cobardes) que no bajan de cobardes a los demás cuando el más cobarde es el cobarde?
Maldición, me hace tanta falta ver gente desconocida, ir a un pueblito o ir a la selva de Chiapas y desaparecer por un largo tiempo.....si no fuera por esto que aún no acaba ya lo hubiera hecho y nadie sabría de mi y mi tristeza por las luces pequeñitas de la ciudad cuando la veo de lejos y de lo alto.
¿Por qué no existe un juego posmoderno-iconoclasta-arriesgado-metareferencial para tolerar a las personas? o ¿Cómo deconstruir toda una semana hasta llegar a la esencia por medio de miradas, hechos, puñados de gestos y aún así, dejar ventanas abiertas para seguir pensando unos cuantos días más?
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La foto es de esta chica con los ojos muy ayer.
Bosque de Tlalpan.
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