Todos desaparecen, sentados, en ese cuarto oscuro. La cabeza entre las rodillas. Las manos abrazando las piernas. La luz cambiando de posición. La luz se irá. La tonada en su cabeza no. Cree que significa algo...necesita creer que debe significar algo, se aferra, sin eso, no es nada.
Su mano en el pecho ya no se siente.
Ella respira con tranquilidad, como si estuviera sóla.
Ahora veo lo que fuiste para mi:
algo bello pero siempre falso.
Me he librado de esa falsedad.
Sí, cómo hacias daño.
Me hace daño la falsedad.
Pero ahora no hay control sobre lo que pienso, mis deseos son inexistentes, la cadena de cicatrices pierde volumen. Mi rostro no me es tan desconocido.
He visto cambiar el rumbo de la luz
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